sábado, 17 de mayo de 2008

Parte I - Capítulo XII

Carácter pacifista y antimilitarista
de la Revolución


Lo expuesto en el capítulo anterior nos hace comprender fácilmente el carácter pacifista, y por tanto antimilitarista, de la Revolución.

1. LA CIENCIA ABOLIRÁ LAS GUERRAS, LAS FUERZAS ARMADAS Y LA POLICÍA

En el paraíso técnico de la Revolución, la paz tiene que ser perpetua. Pues la ciencia demuestra que la guerra es un mal. Y la técnica consigue evitar todas las causas de las guerras.

De ahí una incompatibilidad fundamental entre la Revolución y las Fuerzas Armadas, las cuales deberán ser enteramente abolidas. En la República Universal habrá solamente una policía, mientras los progresos de la ciencia y de la técnica no acabaren de eliminar el crimen.

2. INCOMPATIBILIDAD DOCTRINARIA ENTRE LA REVOLUCIÓN Y EL UNIFORME

El uniforme, por su simple presencia, afirma implícitamente algunas verdades, un tanto genéricas, sin duda, pero de índole ciertamente contra-revolucionaria:

* La existencia de valores que importan más que la vida y por los cuales se debe morir, lo que es contrario a la mentalidad socialista, toda hecha de horror al riesgo y al dolor, de adoración de la seguridad y de supremo apego a la vida terrena.

* La existencia de una moral, pues la condición militar está totalmente fundada sobre ideas de honor, de fuerza puesta al servicio del bien y dirigida contra el mal, etc.

3. EL “TEMPERAMENTO” DE LA REVOLUCIÓN ES CONTRARIO A LA VIDA MILITAR

Por fin, entre la Revolución y el espíritu militar hay una antipatía “temperamental”. La Revolución, mientras no tiene todas las riendas en la mano, es locuaz, enredadora, declamatoria. Resolver las cosas directa, drástica y secamente, more militari, desagrada a lo que podríamos llamar el actual temperamento de la Revolución. “Actual”, recalcamos, para aludir a ésta en la etapa en que se encuentra entre nosotros. Pues nada más despótico y cruel que la Revolución cuando es omnipotente: Rusia da de esto un elocuente ejemplo. Pero aun ahí la divergencia subsiste, puesto que el espíritu militar es algo bien diferente del espíritu del verdugo.

* * *

Analizada así en sus varios aspectos la utopía revolucionaria, damos por concluido el estudio de la Revolución.

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